INTRODUCCION
La Villa de San Blas Atempa es una comunidad que se encuentra situada en el Istmo
de Tehuantepec, en el Estado de Oaxaca, sus habitantes son descendientes directos
de la raza Zapoteca del Istmo o como ellos mismos se autonombran Binnizáa.
El paso del tiempo no ha sido un factor de cambio para los habitantes de este municipio,
o por lo menos 'no' en el sentido que realmente importa, es decir que su ideología,
costumbres y tradiciones no han cambiado radicalmente como se manifiesta en otros
pueblos del istmo de tehuantepec, además, este pueblo goza de ser un pueblo de
rudo carácter, orgulloso y altivo.
Los hombres y mujeres de esta villa hablan el idioma zapoteco prácticamente en su
totalidad, lo que además perpetúa la continuidad de su identidad cultural.
la
fiestas patronales en la villa de san blas atempa empiza el dia 2 de
febrero de cada año donde las mujeres lucen sus mejores trajes
regionales. para lucirlos en las fiestas y tiradas de frutas.
las motocarros y carretas de toros salen acompañando a los
mayormodos, principales shuanas y shelashuanas al recorrido por las
calles en san blas atempa oaxaca.
estas fiestas abarcan una semana en bailes, tocando algunos grupo de afura y locales donde los jovenes se divierten.
la carrera de caballos donde los jovenes salen con sus caballos a
pasear por las diferentes calles y despues a la carrera. donde las
apuesta van desde ceverzas y dinero.
HISTORIA
NOMENCLATURA
Denominación
San Blas Atempa.
Toponimia
San Blas Atempa significa “a la orilla del río”, su etimología es atoyac-“río”, tentli-“borde u orilla” y pan-“sobre”.
HISTORIA
Reseña Histórica
Este pueblo comenzó a fundarse en el año de 1530, en un principio
fue barrio de Tehuantepec; su categoría de pueblo la obtiene en 1869,
siendo jefe político Don Luis Santibañez, en cuya época se le expiden
sus títulos por decreto el 19 de octubre de 1868.
Personajes Ilustres
Anastasio García Toledo
Gobernador del Estado
Francisco Cortés
Teniente General
Mateo Jiménez
1er. Presidente Municipal
Atilano Morales
Compositor y músico
Cronología de Hechos Históricos
Año
Acontecimiento
1522
Pedro de Alvarado, Tonatiu y Fray Bartolomé de Olmedo, llegan a
Tehuantepec y con ellos vinieron los evangelizadores, quienes con el
transcurrir del tiempo bautizan con el nombre de San Blas al poblado o
Barrio de Atempa.
1530
Siendo parte fundamental del reino de Cosijopí, se tiene
fundamentado que en esta época toma forma su fundación como un Barrio
adherido a Tehuantepec.
1847
El Barrio de San Blas Atempa se levanta en armas apoyando el plan que proclama "Religión y Fueros".
1852
Es nombrado Capitán de Guardias Nacionales de Oaxaca don Francisco Cortés
MEDIO FÍSICO
Localización
Se localiza en la región del Istmo de Tehuantepec al sureste del
Estado, en las coordenadas 95° 13’ longitud oeste, 16° 19’ latitud
norte, a una altura de 40 metros sobre el nivel del mar. Limita al norte
con Santo Domingo Tehuantepec y San Pedro Comitancillo, al sur con San
Pedro Huilotepec y Salina Cruz, al oriente con Santo Domingo Tehuantepec
y al poniente con Juchitán de Zaragoza. Su distancia a la capital del
Estado es de 253 kms.
Extensión
La superficie total del municipio es de 148 Km2.
Orografía
Cuentan con un cerro denominado Tigre.
Hidrografía
Al sureste de la población pasa el río llamado Tehuantepec.
Clima
Su clima es cálido, con oscilación térmica anual corta y lluvias en verano y principios de otoño.
Principales Ecosistemas
Flora
Mezquite, roble, sauce, coco y chicozapote.
Fauna
Se encuentra integrada de especies como armadillo, iguana, tlacoache, zorrillo y zanate.
Características y Uso del Suelo
Región de terreno plano su suelo es de tipo cambisol éutrico, propicio para la agricultura.
PERFIL SOCIODEMOGRÁFICO
Grupos Étnicos
De acuerdo a los resultados que presento el II Conteo de Población y
Vivienda en el 2005, en el municipio habitan un total de 13,481
personas que hablan alguna lengua indígena.
Evolución Demográfica
De acuerdo a los resultados que presento el II Conteo de Población y
Vivienda en el 2005, el municipio cuenta con un total de 16,899
habitantes.
Religión
Las religiones que existen son la Católica, Evangélica, Testigos de Jehová y Mormona.
INFRAESTRUCTURA SOCIAL Y DE COMUNICACIONES
Educación
Existen los siguientes planteles:
9 Primarias
1 Secundaria Técnica
1 Telesecundaria
7 Centros de Capacitación
Salud
Existen 2 unidades médicas de salud y 2 clínicas del imss-solidaridad.
Abasto
Cuenta con 4 mercados y 80 misceláneas para abastecer a la población de productos básicos.
Deporte
Existe 1 unidad deportiva llamada Campo Colosio, 3 campos deportivos, 1 cancha de beisbol y 1 de futbol.
Vivienda
De acuerdo a los resultados que presento el II Conteo de Población y
Vivienda en el 2005, en el municipio cuentan con un total de 3,843
viviendas de las cuales 3,833 son particulares.
Servicios Públicos
La cobertura de Servicios públicos de acuerdo a la apreciación del ayuntamiento es:
Servicio
Cobertura
(%)
Agua Potable
79
Alumbrado Público
89
Mantenimiento del Drenaje Urbano
62
Recolección de Basura y Limpieza de las Vías Públicas
60
Seguridad Pública
45
Pavimentación
80
Rastros
2
Medios de Comunicación
Recibe señales de estaciones de radio de Salina Cruz; así como
señales de televisión a través de vía satélite, cuenta con telefonía
automática y celular, y el servicio de correos y telégrafos.
Vías de Comunicación
Se comunica a través de la carretera tran sísmica y caminos vecinales a las diferentes comunidades.
ACTIVIDAD ECONÓMICA
Principales Sectores, Productos y Servicios
Agricultura
Es la actividad más importante se cultiva ajonjolí y maíz en gran
escala; así como café, frutas, plátano, mango y frijol en menor
proporción.
Ganadería
Existe cría de ganado bovino.
Caza
Se practica únicamente para el autoconsumo.
Pesca
Pesca para el mercado de autoconsumo.
Industria
Fabricación de textiles artesanales.
Comercio
Cuenta con locales comerciales, en los que encuentran artículos de primera y segunda necesidad.
Población Económicamente Activa por Sector
De acuerdo con cifras al año 2000 presentadas por el INEGI, la
población económicamente activa del municipio asciende a 7,046 personas,
de las cuales 6,966 se encuentran ocupadas y se presenta de la
siguiente manera:
Sector
Porcentaje
Primario
(Agricultura, ganadería, caza y pesca)
34
Secundario
(Minería, petróleo, industria manufacturera, construcción y electricidad)
44
Terciario
(Comercio, turismo y servicios)
20
Otros
2
ATRACTIVOS CULTURALES Y TURÍSTICOS
Museos
Casa de la Cultura.
Fiestas, Danzas Y Tradiciones
Fiestas Populares
3 de febrero víspera de San Blas.
Fiesta titular (cemortolenda) diferentes fechas San Blas
Jueves Espíritu Santo diferentes fechas San Blas Atempa
San Isidro Labrador 15 de mayo San Blas Atempa
Fiesta de los pescadores 20 de mayo San Blas Atempa
29 de junio San Pedro Shihui
29 de julio Santiago Apóstol
30 de agosto Santa Rosa de Lima
Danzas
Bere lele
La piña
La varita
La pluma
Tradiciones
Realizar las fiestas por medio de mayordomías.
Música
La patrona
La petenera
La llorona
Son de la hoja verde
Artesanías
Elaboración de platos de barro, macetas, cantaritos, tinajas,
tinajeros, bordados, servilletas, hamacas, petacas, morrales, reboso,
huaraches, cinturones, sillas de montar arado y carreta.
Gastronomía
Como en toda la región los alimentos más comunes son el mole negro y
rojo, totopos de maíz blanco y morado y tamales de diferentes sabores
envueltos en hojas de plátano. Los dulces típicos del municipio son los
de calabaza, camote y plátano.
GOBIERNO
Principales Localidades
Santa Rosa, Monte Grande, Puente Madera, Rancho el Llano y Tierra Blanca, su actividad preponderante es la agricultura.
Caracterización del Ayuntamiento
1 Presidente Municipal
2 Síndicos
8 Regidores (Hacienda, Educación, Salud, Seguridad, Transito, Ecología, Gobernación, Deportes)
Auxiliares Administrativos: 1 secretario y 1 tesorero municipal
Organización y Estructura de la Administración Pública Municipal
Presidente Municipal
Formular y aprobar el bando de policía y buen gobierno y además
reglamentar acuerdos y disposiciones de carácter general que se requiere
para la organización y funcionamiento de la Administración y de los
servicios públicos. Es el encargado de llevar a cabo la práctica y las
decisiones tomadas por el Ayuntamiento y el responsable de un buen
funcionamiento de la Administración Pública Municipal cumplir y hacer
cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano y la
Constitución Política del Estado y la Ley Orgánica Municipal, los
Reglamentos Municipales y las resoluciones del Ayuntamiento.
Síndico Municipal
Son los encargados de defender los intereses municipales y de
representar jurídicamente al Ayuntamiento en los litigios en los que
estos fuere. También son los responsables de supervisar la gestión de la
Hacienda Pública Municipal todo ello en la observancia a la Ley
Orgánica Municipal Vigente.
Regidores
Son los miembros del Ayuntamiento que tienen a su cargo las diversas comisiones de la Administración Pública Municipal.
Tesorería Municipal
Es el responsable de recaudar los ingresos que corresponde al
municipio conforme lo establece la Ley de Hacienda y la Ley de Ingresos
Municipales, y el manejo de fondos y valores con estricto apego al
presupuesto y la contabilidad y gastos del Ayuntamiento.
Autoridades Auxiliares
Cuenta con 1 agente municipal.
Regionalización Política
El municipio pertenece al VI Distrito Electoral Federal y al V Distrito Electoral Local.
Reglamentación Municipal
El municipio cuenta con Bando de Policía y Buen Gobierno.
San Blas Atempa, Oax.- Con una guerra y 140 años después de la
separación del antiguo barrio de San Blas Atempa con el municipio de
Tehuantepec, la población indígena que habita la actual villa parece
seguir atrapada en sus ideales y costumbres como hace aproximadamente un
siglo y medio.
Los sanblaseños, alegres, autóctonos, rebeldes y apasionadamente
políticos han conformado el progreso de su comunidad pero también han
detenido su propio desarrollo.
A San Blas Atempa le sobran ganas de trabajo. Una comunidad donde
los hombres labran el campo y donde las mujeres transforman las
cosechas, las expenden, las consumen y donde por supuesto, mandan en los
mercados, en las festividades y últimamente, en los asuntos políticos
de la localidad.
El 2 de octubre de 1868 nació la independencia de San Blas Atempa,
que tras un incendio provocado por sus pobladores en la ciudad de
Tehuantepec, dio por terminada la pertenencia política-territorial que
la legendaria ciudad tenía hacia el barrio Sanblaseño.
Y es que el encono de los dos poblados durante y después de la
Intervención francesa generó varios enfrentamientos al no compartir la
misma ideología política. Por un lado, los tehuantepecanos apegados al
conservadurismo imperialista, y por el otro, los sanblaseños,
simpatizantes fieles con la causa libertaria de Juárez.
San Blas Atempa dejó de ser por decreto del Gobernador del Estado,
Félix Díaz Mori, un barrio añejo de Tehuantepec para convertirse en un
municipio situado a las faldas del mítico cerro del Tigre y el
legendario Río Tehuantepec.
Y cumplir 140 años como municipio no es tarea fácil. En casi un
siglo y medio, los sanblaseños han atravesado inundaciones, como la de
1944, una guerra con los franceses en 1866 y más recientemente, la
matanza de dos presuntos asesinos de un reconocido médico en la década
de los 90, cuando el pueblo hizo justicia por su propia mano matando y
quemando a los delincuentes originarios de Juchitán.
También San Blas se aferra políticamente a sus causas. El
enfrentamiento entre priístas y perredistas el 1 de enero de 2005 dejó
como saldo el palacio municipal quemado, varios heridos y la división
entre quienes simpatizan con el Partido Revolucionario Institucional
(PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD).
Pero musicalmente hablando, San Blas se pinta sola para hacer sus
festejos tradicionales. Las mayordomías en honor al Santo Patrón,
homónimo al poblado, impregnan literalmente a la comunidad de un sello
distintivo, pues, como marca la costumbre, el último domingo previo al
Miércoles de Ceniza se realiza la Fiesta Titular donde “sellan” a los
invitados con una marca de axiote.
También se realizan las fiestas en honor a San Isidro Labrador,
patrón de los campesinos y a Santiago Apostol celebrado en el mes de
julio.
Asimismo, el máximo compositor sanblaseño, Atilano Morales Jiménez,
dejó para el legado zapoteca sones de trascendencia como el Son Bandaga
(1y 2), ejecutados en las fiestas patronales de Tehuantepec y San Blas,
así como las composiciones del Son de los Cocos, el Son Beñee (lagarto),
el “Bito’ opa, sú udo” (levanta la enagua o son calenda), “Tapa la
xhana” y varias marchas fúnebres como Amor Fraterno, Camino del Gólgota,
Lamento y Luto por Derecho, tocadas en funerales y en los Viernes de
Cuaresma.
Con sus 140 años de libertad, San Blas Atempa parece enfrentarse a
los retos del nuevo Siglo, con las tecnologías más sofisticadas, mejores
caminos y servicios básicos que luchan con la idiosincrasia de su gente
y el analfabetismo de buena parte de la población.
La fiesta por los 140 años de municipalidad comenzó en la villa
sanblaseña con eventos deportivos y culturales, con música, danza y
espectáculos que hacen recordar la libertad de un pueblo que ríe entre
diferencias políticas y económicas.
PUEBLO
a) Algunas consideraciones
La zona sur del istmo oaxaqueño, debido a su situación geográfica
estratégica, se ha visto envuelta en distintas pugnas con sectores
económicos y políticos de la mayor trascendencia.
En esa región predominan los habitantes de origen zapoteca
autodenominados binnizá[1] o gente de las nubes. Forman una población
mayor a los 150 000 habitantes agrupados en más de diez municipios.
Existen además otros cuatro grupos étnicos que son: huaves, zoques,
chontales y mixes, que no juegan un papel tan preponderante en la región
como los primeros.
Los zapotecas conservan una memoria histórica envidiable,
significando para ellos algo de vital importancia el transmitirla a
futuras generaciones. En la evocación colectiva encuentran la
justificación de lo que son, y ejemplo de vida para seguir siendo. La
forma oral es uno de los medios de comunicar los sucesos acontecidos,
pero existe también la palabra fija, esa que encontramos en los libros y
que ellos muy bien han plasmado ante la necesidad de buscar nuevos
medios que hagan perdurar su pasado.
Algo que llamó nuestra atención fue el hecho de que, algunos
asentamientos que antiguamente hablaban el zapoteco o diidxazá[2] y
compartían la cultura y conciencia étnica zapoteca, en la actualidad no
lo hagan. Lo más extraño es que sean poblaciones bien comunicadas, con
un grado relativamente alto de escolaridad, parecida situación
socioeconómica, y en unos casos, divididas por muy poca distancia.
Los municipios a estudiar en este trabajo son tres: Juchitán de
Zaragoza, Santo Domingo Tehuantepec y San Blas Atempa., los dos primeros
con más de 50 000 habitantes y con la categoría de ciudad; y el tercero
con más de 15 000 habitantes y con la de villa[3].
En Juchitán y San Blas encontramos una población mayoritariamente
hablante del zapoteco y poseedora de la conciencia étnica e histórica
binnizá, cosa que no hallamos en Tehuantepec. Atribuimos esta situación a
los acontecimientos que durante el siglo XIX tuvieron lugar en la
región y en el país.
Durante esta intervención haremos mención de algunos sucesos que
consideramos como trascendentales para los cambios político-culturales
que se derivaron.
b) Inician las rebeliones
En 1834 una revuelta comienza en Juchitán, encabezada por José
Gregorio Meléndez, recordado entre los binnizá como Ché Gorio
Melendre[4]. Las causas del levantamiento fueron de índole
reivindicativo, en respuesta probablemente a la disposición del gobierno
del estado de centralizar las rentas de las salinas costeras . La lucha
no duró mucho.
Uno de los grupos de apoyo a la rebelión estuvo en el entonces
barrio de Tehuantepec, San Blas Atempa. Los demás sectores de aquella
ciudad, se mostraron indiferentes a la sublevación, debido en buena
medida a la importancia del lugar por ser cabecera departamental y cede
del obispado.
En 1847, en plena invasión norteamericana, los conservadores de la
ciudad de Oaxaca conocidos como los “polkos” se hicieron del poder en la
capital del estado[5]. Juchitecos y san blaseños, liderados nuevamente
por Meléndez, tomaron el control político y militar de la región del
istmo, quienes vieron en la huída de las autoridades estatales una
oportunidad para lograr la autonomía regional.
Una vez derrotados los “polkos”, el licenciado Benito Juárez García
entra a escena apropiándose del cargo de gobernador estatal; acto
seguido, destituye a Meléndez como gobernador del departamento de
Tehuantepec, y lo baja a Comandante de la Guardia Nacional en la región;
Juárez además le reconoce a dos extranjeros, que sin documentación
alguna se decían dueños, la propiedad de unas haciendas que
legítimamente le pertenecían a los zapotecas, quienes a raíz de estas
resoluciones estuvieron a la defensiva.
Ante la actitud hostil del gobierno, los juchitecos se situaron en
territorio de sus aliados de San Blas Atempa, provocando la huída del
representante de Juárez, a la ciudad de Oaxaca.
Los zapotecos se gobernaron así mismos por más de dos años, actuando
siempre con cautela debido a las constantes maniobras por someterlos,
departe de las autoridades estatales.
Una vez asegurado en el poder, el gobernador envía tropas para
impedir que los zapotecos siguieran beneficiándose de las Haciendas
Marquesanas, ya fuera sacando la sal para consumo y comercialización, o
alimentando a su ganado. Tras esto, un nuevo levantamiento armado da
comienzo.
El 19 de mayo de 1850 el pueblo de Juchitán es incendiado por tropas
estatales enviadas por el gobernador del estado de Oaxaca Benito
Juárez[6]. Pasado unos meses de la represión, se agregaba otra demanda
de los alzados: la separación del departamento de Tehuantepec, respecto
al estado de Oaxaca.
Muchos fueron los pueblos que se sumaron a la lucha, entre los que
volvió a destacar el barrio de San Blas Atempa. La diferencia sustancial
radicó en que, en esta ocasión, Tehuantepec, no sólo no se mantuvo
neutral, sino que empleó un destacamento de voluntarios para perseguir a
los rebeldes; de este modo los zapotecos pelearon entre sí.
La ciudad de Tehuantepec se halló dividida. Por una parte, el barrio
de San Blas Atempa, alejado apenas unos metros del Palacio municipal,
apoyaba a los juchitecos encabezados por Melendre; y por otra, las
autoridades municipales tehuantepecanas desaprobaban y combatían la
insurrección.
Muchas batallas se trabaron durante la sublevación, sin poder el
gobierno central suprimir a los rebeldes por medio de la represión, ante
lo cual, usó la diplomacia para calmar los ánimos. La amnistía se
presentó, los hombres volvieron a sus comunidades y a la cosecha, pero
la discordia entre pueblos hermanos se había implantado. Los san
blaseños empezaron a distanciarse de los demás tehuanos, y una rivalidad insalvable nació entre Tehuantepec y Juchitán, dos pueblos binnizá.
Al exigir la separación del istmo, del estado de Oaxaca, los
zapotecos eran movidos por un deseo de autonomía regional que
significaría también, la étnica. En aquel entonces la idea de nación
como hay la comprendemos, aún no se forjaba, y los indígenas velaban por
sus reivindicaciones antes que todo. Un testigo alemán anotó sobre el
líder rebelde lo siguiente.
“Traía enredado su sarape, exhalaba el humo de un cigarro de papel
por la nariz y veía con inefable desprecio nuestro arribo, sus
fundamentos tenían un sentimiento tan justo, que no vacilé en hacerle el
juego, mediante una caricatura improvisada de Santa Anna, que le hizo
reír con gran placer”[8]
Durante la rebelión de Ché Gorio Melendre, se manifestaron las
divisiones políticas en la región. Los tehuanos encajaban en un proceso
más a escala estatal que regional; los tecos[9] y blaseños en cambio se
movían en uno que reivindicaba los territorios ancestrales y las formas
autóctonas de regirse.
En 29 de mayo 1853, justo el día de la muerte de Melendre[10], el
general Antonio López de Santa Anna firma el decreto que concede
autonomía política al istmo de Tehuantepec y lo convierte en Territorio
Federal por carecer del número de habitantes para erigirse en
estado[11]. La región vivió cuatro años de autonomía política, durante
los cuales, las tensiones se agravaron más, ya que el único gobernador
que existió, el tehuantepecano Máximo Ramón Ortiz, ejerció el poder con
mano dura, lo que motivo que muchas comunidades se aglutinaran en torno a
Juchitán para luchar contra los atropellos cometidos. Entre los pueblos
rebeldes no dejó de contarse San Blas Atempa.
Fueron años de violencia fraticida, que llevó al final, a la toma de
Tehuantepec por soldados zapotecos, al mando del párroco juchiteco
Miguel López, conocido como padre pistolas[12] muerto poco después en
una refriega. Por más de un año, la ciudad estuvo en manos de los
alzados; viajeros de la época mencionan que los soldados improvisados de
Juchitán, causaban un aspecto desagradable debido a su atrevimiento de
usar como cuartel el ex-convento dominico y por no mostrar el más mínimo
respeto, para con las personas de alto nivel económico. Este conflicto
ahondó más la división, ya de por sí frágil.
En 1857 se proclama la nueva Constitución federalista que
reincorpora al estado de Oaxaca el territorio de Tehuantepec[13]. Poco
después en la esfera nacional da inicio la guerra de reforma, que mancha
de sangre gran parte del país. Los zapotecos del istmo se vieron
envueltos otra vez en una pugna, que en esta ocasión dividió a tecos y
tehuanos en liberales y conservadores. A su vez entró al terreno
regional un personaje llamado Porfirio Díaz, quien ocupó la gubernatura
del istmo de Tehuantepec, en manos todavía de soldados juchitecos y
blaseños.
La causa liberal estaba casi perdida, el ya presidente de la
república, Benito Juárez, se encontraba en Veracruz, y a Díaz, sólo le
correspondía conservar la región en manos liberales, contando para ello
con los habitantes de Juchitán y San Blas, bajo influencia de otro
sacerdote, Mauricio López. Ahora los guerrilleros eran los tehuanos que
apoyaban al bando conservador y que pronto se vieron derrotados. En esos
años pasó por Tehuantepec el investigador francés Charles Brasseur,
quien dejó el testimonio siguiente:
“En Tehuantepec mismo, el prior del convento de Santo Domingo, fray
Mauricio López, [...] es uno de los jefes más activos del partido
liberal; quien, durante la época de mi estancia era, con el gobernador
don Porfirio Díaz, el amo absoluto de la región y dirigía a los
valientes Juchitecos que, una vez más en posesión de Tehuantepec,
ocupaban todos los cargos de esta ciudad”[14]
El acontecimiento que mató toda tentativa de reconciliación entre
los binnizá fue la intervención francesa, de nueva cuenta, suceso de
trascendencia nacional.
Las autoridades tehuantepecanas (por no decir que gran parte de la
población) dieron la bienvenida al invasor en el año de 1865, y en esto
destacó Remigio Toledo, ex-combatiente en la guerra de reforma a favor
de los conservadores y ahora soldado del imperio de Maximiliano.
El 5 de septiembre de 1866[15], el ejercito francés y sus adeptos,
entre ellos Remigio Toledo, son derrotados en el pueblo de Juchitán por
soldados (hombres y mujeres) oriundos de la misma población, de San Blas
Atempa, Ixtaltepec, Ranchu Gubiña (Hoy Unión Hidalgo), pueblos
aledaños, y vecinos del estado de Chiapas, armados en su mayoría con
machetes, hondas y palos.
Los triunfos de Porfirio Díaz en la Carbonera y Miahuatlán fueron
posteriores a esta gesta, y en buena parte, consecuencia de ella, es
decir: fue después del 5 de septiembre cuando se logró recuperar la
capital del estado.
c) El san blaseño no es tehuano
La intervención marcó la ruptura definitiva con Tehuantepec, de
Juchitán y San Blas. Desde entonces a los oriundos de aquella ciudad se
les quedó el mote de “tehuanos traidores” y el barrio de San Blas Atempa
pidió ante el congreso del estado su erección en municipio libre,
petición concedida el 19 de octubre de 1868[16], dos años después de la
derrota de los invasores en el istmo.
De este modo, lo que había sido un barrio de Tehuantepec, quedó
erigido en municipio, fundamentalmente por haber vivido la guerra en
distinto frente.
Durante los años que siguieron, los blaseños, que dejaron de ser
tehuanos voluntariamente, encontraron en su pasado rebelde y valiente,
la base para un orgullo bien ganado, a pesar de su poca población, de
que la gran mayoría sólo hablaba zapoteco y de que los dividía de los
“tehuanos traidores” una calle, o una casa.
Hoy en día, muchos blaseños se molestan cuando se les llama tehuanos
y responden: “no somos tehuanos, somos san blaseños”. Y es que ya no
sólo los divide una calle, sino que ahora los diferencia una lengua, una
historia y una cultura. Al pasar de Tehuantepec a San Blas, no se
transita exclusivamente de uno a otro municipio, sino de una forma de
vida a otra, y todo esto como consecuencia de lo pretérito, es decir, de
la historia.
Los hombres y mujeres de San Blas, son considerados en el istmo
personas valientes e independientes al máximo. Se enorgullecen de ser
zapotecas y de hablar su lengua, la que conservan casi intacta a pesar
de que comparten el espacio geográfico con los tehuantepecanos; no se
ven obligados a dejarla ante la necesidad de asistir a la capital del
estado o de la república a concluir sus estudios, sino que adoptan la
nueva sin dejar se manejar la propia. Por tener una conciencia étnica
tan arraigada, es por lo que resisten a los llamados de cambio.
Gran parte de los niños de San Blas Atempa acuden a las escuelas que
se encuentran en Tehuantepec para lo que caminan una pocas cuadras.
Entre ellos se comunican en diidxazá, y es impresionante verlos
diferenciarse claramente de los tehuanos aduciendo que San Blas es
zapoteco, mientras que Tehuantepec dejó de serlo.
d) Juchitán: centro político e intelectual binnizá
En Juchitán los años transcurrieron con nuevas rebeliones, ya fuera
contra Porfirio Días o contra Benito Juárez Maza, hijo del benemérito;
lo que demostró que no solo peleaban por un caudillo o causa ajena a
ellos, sino que cada revuelta servía para ganar terreno.
Durante la revolución, miles de juchitecos se enrolaron en las
distintas facciones, ya fuera con Obregón, con Carranza o contra
cualquiera de ellos[17]; los motivos fueron otros que no corresponde
aclarar aquí. Menciono el hecho, porque en la posrevolución los
zapotecos de Juchitán que alcanzaron grados elevados en el ejercito,
tales como Enrique Liekens (miembro del estado mayor del general
Obregón), Genaro López Miro y Jeremías López Chiñas, apoyaron
económicamente a jóvenes que venían a la ciudad de México a
estudiar[18]. Estos, fueron pioneros, junto con el San Blaseño Arcadio
G. Molina[19], en la revaloración de su lengua y su cultura, ya no sólo
en el campo de batalla, sino en trincheras académicas y literarias,
surgiendo así, escritores como Andrés Henestrosa o Gabriel López Chiñas y
haciendo publicaciones bilingües en la mismísima capital de la
republica en pleno 1936. Esta transformación dio paso al nacimiento de
una intelectualidad zapoteca que sigue en pie, renovándose generación
tras generación y haciendo cada una su aportación para no olvidar nunca
lo que son: binnizá.
Entre los logros alcanzados, está el establecimiento en Juchitán, de
la primera casa de la cultura del estado de Oaxaca, proyecto apoyado
por la capa intelectual zapoteca entre los que destaca el pintor
juchiteco Francisco Toledo; también están las publicaciones de
innumerables libros en zapoteco, revistas bilingües, obras de teatro,
etc. En 1981 esta ciudad se convirtió en el primer municipio del país
gobernado por la izquierda[20].
Los políticos y estudiantes contemporáneos siguen reflejándose en el
pasado de su pueblo, sabiendo que pocas veces coincide o aparece
siquiera en la historiografía oficial, ya que como se dice: la historia
la hacen los vencedores.
Precisamente hoy libran una nueva batalla por no perder su lengua,
que ante el avance de la globalización, se ve un tanto debilitada.
COSTUMBRES
Una de las ciudades zapotecas más importante en la actualidad es
Juchitán de Zaragoza, se encuentra situado en el Istmo del estado de
Oaxaca, al sureste de la republica mexicana, colinda al norte con los
pueblos de El Espinal, Asunción Ixtaltepec y Ciudad Ixtepec, al sur con
Santa Maria Xadani, San Mateo del Mar y la Laguna Superior, al este con
La Ventosa, Unión Hidalgo, Santo Domingo Ingenio y San Dionisio del Mar
y al oeste con San Pedro Comitancillo, Santo Domingo Tehuantepec, San
Blas Atempa y mas allá Salina Cruz.
Sobre la fundación del lugar existen varias teorías, pero las
principales son las tres siguientes, la primera versión dice que entre
los años 1,500 y 1,100 a.c. fue poblada por los mixes-zoques, otra
versión nos cuenta que por los años 1,300 a.c. a 300 d.c. los zapotecas
habitaron por la parte sur y poniente de la población, lo que
actualmente se conoce como Cheguigo sur y la zona de las lagunas Biahui
do' (zapote sagrado), Zo'pe' o Zo'pe' Hueela, (zopilote) y Ngupi
(armadillo) o Yupi, por ultimo, se cree que fue por el año de 1500.
Debido a la necesidad que tenia el emperador Cosijopi, hijo de Cosijoeza
y Coyolicaltzin, de defender el reino Zapoteca mediante la instalación
de un puesto de avanzada militar cuando quedo roto el pacto con el
emperador Moctezuma II por las pretensiones que este tenia de conquista y
expansión.
Estudiosos dicen que el nombre proviene de la palabra náhuatl
Ixtacxochitlán que quiere decir “Lugar de las flores blancas”; donde
Ixtac significa ‘blanco’, Xochitl, ‘flor’ y Tlan, ‘lugar’, basándose en
la idea que cuando pasaron los aztecas por este territorio vieron un
paisaje lleno de flores blancas tanto en el suelo como en los arboles
(guie’ xhuuba), otros afirman que proviene del náhuatl Xochitlán que
quiere decir “Lugar de flores” (jardin o floresta); basándose en texto
coloniales como el de Sahagún (Historia General de las Cosas de la Nueva
España), a través del tiempo vinieron transformaciones al nombre del
pueblo , motor y corazón del istmo hasta llegar a llamarse Juchitán.
Desde su fundación hasta parte de 1857, administrativamente Juchitán
dependía de Tehuantepec, pero siendo gobernador del Estado de Oaxaca
el Lic. Benito Juárez García, viendo que los Juchitecos no se sometían a
las autoridades tehuantepecanas y que había constantemente choques
entre ambos pueblos, estableció el 20 de mayo de 1857 la independencia
de Juchitán y la elevo a categoría de villa.
Treinta y dos años después el 9 de diciembre de 1889, por decreto
número 20 de la Legislatura de Oaxaca, se hace de su conocimiento al
General de Brigada y Gobernador del Estado de Oaxaca Albino Zerduche,
que Juchitán se eleva a la categoría de ciudad.
Después de la colonización, este pueblo zapoteca adoptó también el
nombre mestizo “Xavizende” en honor a su santo patrón del lugar y que
significa “San Vicente”.
Con los sucesos del siglo XIX, Juchitán y San Blas justifican hoy su
actitud orgullosa ante la lengua y la cultura. El conocimiento
histórico reafirma su conciencia étnica, porque fue esa misma historia
la que les demostró que se podían sortear todas las dificultades a base
de voluntad y perseverancia. Su pasado rebelde, revitaliza la dignidad
que poseen actualmente. Ese pasado les dice que no se tiene que dejar de
ser binnizá para conseguir lo deseado, que casi siempre es justicia.
Al verse envueltos en luchas internas, cada bando trató de parecerse
menos al contrario. Así, Tehuantepec dejó de lado la lengua zapoteca
que hablaban aquellos que no querían “progresar” y tomaron rápidamente
el castellano como lengua de la “gente de razón”. Juchitecos y blaseños
por el contrario revaloraron su idioma con el fin de diferenciarse del
“traidor” que no había sido valiente frente el extranjero y para
demostrar a su vez que con la cultura por delante se podía mejorar.
La postura política que en el siglo XIX cada comunidad asumió, tuvo
consecuencias visibles, es decir, la historia como factor en el
desarrollo cultural y la conciencia étnica fue determinante.
SEPARACION DE TEHUANTEPEC
Reseña Histórica
El 14 de octubre 1825 por decreto adquiere la categoría de Municipio
Libre y por Decreto de 17 de Noviembre de 1857 se le concede el título
de Villa de Tehuantepec. Batalla: En el verano de 1496 se dio la
batalla en que los ejércitos aliados mixtecos- zapotecas en contra del
ejército azteca que comandaba el rey Ahuítzotl, esta batalla se dio en
el lugar llamada Guie-Ngola, "Cerro o Piedra Grande", el ejército
zapoteca se fortificó en este lugar para defenderse del ejército azteca
que venía del Soconusco; el ejército mixteca venía comandado por 24
capitanes, cada capitán tenía a su mando mil guerreros; Cosijoeza que
era el Zapoteca tenía un ejército formado por cuarenta mil hombres que
en total representaban sesenta y cuatro mil guerreros no contento con
esta fuerza mandó construir en el Cerro de Guie-Ngola jagüeles, templos
palacios y fortificó el cerro con una longitud de 40 kilómetros y
esperó pacientemente la llegada de los aztecas; por el lado norte del
río Tehuantepec, estableció el campamento de los mixtecos; a la llegada
del ejército azteca que venían cansados del viaje se establecieron en la
margen del río Tehuantepec y empezó la guerra en el verano dilatando 7
meses el ejército azteca nunca pudo presentar una batalla formal a los
ejércitos aliados. Cuando el ejército Mixteca atacaba por la vanguardia
el ejército zapoteca al mando de Cosijoeza atacaban por la retaguardia,
los enemigos de los aztecas fueron también las enfermedades.
Tuvieron que realizar una alianza para suspender esta guerra y fue
Coyolicatzin "Copo de Algodón" en zapoteco "Pelaxilla" quien fue la
prenda prometida en matrimonio con Cosijoeza.En marzo de 1660 se
insurreccionó en contra de las autoridades españolas por los abusos de
los cuales eran objeto. El 20 de Octubre de 1850 se lanza el primer plan
de separación de Tehuantepec del Estado de Oaxaca, como resultado de la
demanda del reconocimiento de las garantías que como pueblo poseían. El
segundo plan de separación se suscitó el 10 Enero de 1853.
La intervención Francesa.
Recordamos la versión de esta página de la historia que en nuestras
almas pasa tejiendo notas de dolor y gloria, ya que desde Francia,
Napoleón III quiso eclipsar la luz de la justicia, invadiendo el
territorio mexicano con tropa preparada para la milicia, considerada en
aquella época, la mejor del mundo, bajo el pretexto de la suspensión del
pago de la deuda externa de México con Francia que Juárez había
declarado el 17 de Julio de 1861.
Aún cuando en la Soledad, Ver., se negoció la deuda con España e
Inglaterra, Francia se negó aceptar los acuerdos y decidió invadir
México, ya que desde hacía mucho tiempo aspiraba ocupar el territorio
mexicano.
El año de 1862 fue el inicio de la ofensiva extranjera. Para
enfrentar al ejército Francés, el presidente Juárez formó un gobierno
itinerante y con decisión nacionalista y firme, defendió a la república
contra la intervención extranjera.
Entonces, la patria convoca a sus hijos, los buenos acudieron
presurosos al llamado para vengar el honor ultrajado; en tanto que los
malos pasan a formar alianzas con los extraños, sin pensar en la
traición que abrazaban.
La intervención Francesa acrecentó la conciencia nacional, por eso
el ejército republicano contó con el apoyo popular; ahí está el ejemplo
de los valientes juchitecos que, apoyados por los pueblos del Istmo de
Tehuantepec y del vecino Estado de Chiapas, defendieron la soberanía
nacional en Juchitán el 5 de Septiembre de 1866; los ejércitos
republicano y popular se fundieron en uno solo para derrotar las
ambiciones imperialistas de Francia.
Ya en la Batalla de Puebla del 5 de Mayo de 1862, los juchitecos que
conformaron el Batallón "Independencia", comandados por Pedro Gallegos y
Felipe López Lena habían participado al lado de Porfirio Díaz Mori,
defendiendo el fortín Orizaba en el punto denominado La Ladrillera.
Cuando cae la ciudad de Oaxaca en manos de los invasores, el 9 de
Febrero de 1863, y Porfirio Díaz Mori es encarcelado en Puebla, el Gral.
Carlos Oronoz es inmediatamente nombrado Prefecto Imperial y Comandante
Militar de Oaxaca; el Lic. Juan Pablo Franco es nombrado visitador
Imperial del Estado; el Gral. Luciano Prieto ocupa el cargo de Prefecto
Político y Comandante de Armas de Tehuantepec; y Remigio Toledo es
nombrado Coronel y Comandante de la Guardia Imperial de Tehuantepec, por
haberse adherido a las fuerzas imperialistas.
Solo faltaba ocupar Juchitán por su ubicación estratégica para
avanzar al vecino Estado de Chiapas y porque se había rebelado al nuevo
gobierno. Remigio Toledo, conocido como Remigio Gubisi, trató varias
veces de convencer a los juchitecos a rendirse y ante la negativa de
éstos, informó la decisión de los juchitecos al Lic. Juan Pablo Franco
que había llegado a Tehuantepec, junto con el nonagésimo Batallón del
ejército imperial llamado "La Cola del Diablo" que comandaba el General
Luciano Prieto, con más 2,000 efectivos perfectamente pertrechados.
El Lic. Franco nombra una Comisión de Notables de Tehuantepec que
llega a Juchitán el 2 de Septiembre, para reiterarles la invitación a
las autoridades Juchitecas que encabezaba Máximo Pineda. Surge entonces
la amenaza de que si no se rendían por la buena el Ejército Imperialista
"La Cola del Diablo" se encargaría de obligarlos a hacerlo. La
respuesta de la autoridad municipal y su gabinete fue tajante "Que
vengan y que nos demuestren qué tan diablos son".
..."Antes morir que tolerar al zuavo:
libertad, libertad, tu eres la vida;
vida sin libertad no es concebida;
primero muerto que vivir esclavo.
Así dijiste, Juchitán bravío
y has cobrado prestigio y señorío,
como para inscribir ante la historia
tu nombre heroíco que plasmó con hechos,
cómo defiende un pueblo sus derechos,
cómo el honor alcanza la victoria"...
Fragmento de la poesía Batalla del 5 de Septiembre de 1866
La población fue notificada de la decisión asumida, entonces el más
anciano del pueblo arengó "Lugiaacabe o laacabe o laanu, rari' que
sadi'dicabe". Ancianos, mujeres y niños también pidieron participar.
Al conocer la respuesta de los Juchitecos el Lic. Franco ordena al
ejército imperialista a lanzarse contra Juchitán al mando de Luciano
Prieto, acompañado de Vicente Canalizo y Remigio Toledo, con
aproximadamente 2,500 elementos muy bien armados y con 2 piezas de
artillería.
La defensa de los juchitecos se preparó con tan solo 500 hombres,
instalando puestos en la zona del Río los Perros, a la altura de
Ixtaltepec; al sur, por Xadani; la zona de la Laguna Guigu Cahui; y la
Laguna Biahui do', para retrasar la llegada de los invasores por
Ixtaltepec.
Los juchitecos que estuvieron al frente de la batalla fueron Albino
Jiménez BINU GADA, Anastasio Castillo, Pedro Gallegos, Mariano Martínez,
Albino y Felipe López Lena y Rufino Pineda; apoyados por Primo y
Norberto Rasgado de Ixtaltepec; así como por los hermanos Marcos y Amós
Matus y Francisco Cortes de San Blas Atempa; de igual manera por Ortega y
Benítez de El Espinal; por el dominico Fray Mauricio López de Ixtepec;
Crisóforo Canseco de Oaxaca; Benigno y Zabulón Cartas de Tehuantepec;
por el chiapaneco Francisco León, conocido como Pancho León; y por Cosme
Gómez, entre otros.
Hay que destacar que el ejército liberal contó con el apoyo de la
población civil, siendo los pueblos de San Blas Atempa, Asunción
Ixtaltepec, Chicapa de Castro, Unión Hidalgo, Zanatepec, Niltepec,
Ixtepec, Tehuantepec, El Espinal, los demás pueblos circunvecinos, así
como los chiapanecos y el valiente pueblo juchiteco quienes finalmente
lograron derrotar al ejército invasor.
El papel de las mujeres juchitecas encabezadas por Petrona Esteva
TONA TAATI, Rosalía y Simona Robles, Paulina Vásquez y María Tachu,
entre otras, fueron relevantes ya que no solamente curaron a los heridos
y alimentaron a los hombres, sino participaron abiertamente en la
lucha.
El primer encuentro se dio en la laguna Guicu Cahui, donde perdió la
vida el primer juchiteco Rufino Pineda. A la entrada a Juchitán, por la
parte norte, a la altura del Callejón pipi' se dio el encuentro en el
pueblo dejando muchos muertos y heridos por ambas partes; esto obligó a
los comandantes juchitecos ordenar la retirada y abandonar el pueblo
para instalarse en el punto denominado Pozo Peralta e instalar un centro
de provisiones en Ranchu Gubiña, Unión Hidalgo, quemando las casas y
todo lo que pudiera serle útil a los invasores, aplicando la estrategia
llamada La Tierra Calcinada
Los franceses ocuparon el templo de San Vicente Ferrer como cuartel,
desde donde observaron la retirada de Remigio Toledo con sus hombres,
debido a las fuertes bajas que había sufrido y porque no estaba seguro
de ganar. Por su parte, los juchitecos en el Pozo Peralta, mientras
esperaban refuerzos de los pueblos vecinos curaban a sus heridos; sin
embargo, estaban cansados, desalentados e indecisos para volver a la
lucha.
Fue cuando una valiente Juchiteca, llamada Petrona Esteva y conocida
como TONA TAATI, fustigó a los hombres diciéndoles: Xhi naatu pue, ñe
cadi jma gudiiñetu laacabe Puebla la'... pa cadxibitu latanee xquibatu
ca laadu, ne lagaacu xpisudidu, ti gu'ya tu pa sabeedu laacabe o co’.
"Qué dicen pues, que no les ganaron en Puebla?, si tienen miedo
préstenos las armas y pónganse nuestras enaguas para ver si los sacamos o
no.
Esta acción hirió el amor propio de los juchitecos, quienes se
lanzaron al ataque la mañana de aquel glorioso 5 de Septiembre de 1866,
olvidándose de sus heridas y cansancio; con los pueblos vecinos como
aliados, retomaron las armas, que no eran más que viejas escopetas,
palos, machetes y hondas, para obligar a los franceses huir con rumbo al
panteón de Cheguigo y a la zona pantanosa de las Lagunas Biahui do' e
Igu, aprovechando que era temporada de lluvias. Ahí perdieron la vida
más de 800 soldados de Vicente Canalizo y algunos comandantes
juchitecos.
Con el triunfo de los Juchitecos sobre los Franceses el 5 de
Septiembre de 1866, el Jefe Político y Comandante Militar Máximo Pineda,
comunicó al Presidente Juárez, por conducto de su Ministro de Guerra,
que al igual que en Puebla en 1862 "las armas Juchitecas se habían
cubierto de gloria".
El arte blaseño constituye uno de
los principales atractivos turísticos por su riqueza, calidad, variedad
y precios.en la comunidad blaseña las artesanías varia en su forma de
Las manifestaciones de sus tradiciones artesanales y de su inventiva
son muy amplias y se extienden por todo el territorio del estado, donde
existen seis mil pueblos mestizos e indígenas y dieciséis etnias, que
albergan a más de quinientos mil artesanos que apoyados en su talento
artístico e imaginación y el respeto a los medios y técnicas
tradicionales.
Su inspiración es claramente cotidiana, de esta forma la artesanía oaxaqueña cumple un doble cometido:
El producir objetos de utilidad práctica y otros sólo decorativos.
Ambos indisolublemente vinculados con el espíritu creativo de producir piezas únicas, parecidas pero nunca iguales.
Entre ellos se encuentran: la hamaca, xilcalpextle, tinajera, huipil, bordado, enagua.
La alfarería es un arte milenario de los zapotecas de esta
población, donde los hombres y mujeres artesanos han trabajado de manera
directa con la tierra, donde las sensaciones y emociones convierten la
tierra en diversos utensilios de barro de la vida diaria
Los alfareros blaseños se dedican hacer cantaros, platos de tierra
(bladuyu) y entres otros como canastas de carrizo canastas (chumigueta)
FESTIVIDADES
el Istmo de Tehuantepec al igual que muchas regiones del país,
comparten celebraciones que varían de un lugar a otro, igualmente la
Villa de San Blas Atempa, comparte costumbres y tradiciones con sus
hermanos Istmeños, algunos Idénticos como el día de muertos, otros
diferentes como la celebración de Semana Santa, aquí se detallan algunas
de las fiestas que se celebran en la comunidad.
Entre las fiestas que se celebran en la Villa de San Blas Atempa, destacan las siguientes:
3 de febrero víspera de San Blas.
Fiesta titular (cemortolenda) diferentes fechas San Blas
Jueves Espíritu Santo diferentes fechas San Blas Atempa
San Isidro Labrador 15 de mayo San Blas Atempa
Fiesta de los pescadores 20 de mayo San Blas Atempa
29 de junio San Pedro Shihui
29 de julio Santiago Apóstol
30 de agosto Santa Rosa de Lima
LA HISTORIA DE LA VILLA DE SAN BLAS ATEMPA OAXACA
La Villa de San Blas Atempa es una comunidad que se encuentra situada en el Istmo
de Tehuantepec, en el Estado de Oaxaca, sus habitantes son descendientes directos
de la raza Zapoteca del Istmo o como ellos mismos se autonombran Binnizáa.
El 14 de octubre 1825 por decreto adquiere la categoría de Municipio
Libre y por Decreto de 17 de Noviembre de 1857 se le concede el título
de Villa de Tehuantepec. Batalla: En el verano de 1496 se dio la
batalla en que los ejércitos aliados mixtecos- zapotecas en contra del
ejército azteca que comandaba el rey Ahuítzotl, esta batalla se dio en
el lugar llamada Guie-Ngola, "Cerro o Piedra Grande", el ejército
zapoteca se fortificó en este lugar para defenderse del ejército azteca
que venía del Soconusco; el ejército mixteca venía comandado por 24
capitanes, cada capitán tenía a su mando mil guerreros; Cosijoeza que
era el Zapoteca tenía un ejército formado por cuarenta mil hombres que
en total representaban sesenta y cuatro mil guerreros no contento con
esta fuerza mandó construir en el Cerro de Guie-Ngola jagüeles, templos
palacios y fortificó el cerro con una longitud de 40 kilómetros y
esperó pacientemente la llegada de los aztecas; por el lado norte del
río Tehuantepec, estableció el campamento de los mixtecos; a la llegada
del ejército azteca que venían cansados del viaje se establecieron en la
margen del río Tehuantepec y empezó la guerra en el verano dilatando 7
meses el ejército azteca nunca pudo presentar una batalla formal a los
ejércitos aliados. Cuando el ejército Mixteca atacaba por la vanguardia
el ejército zapoteca al mando de Cosijoeza atacaban por la retaguardia,
los enemigos de los aztecas fueron también las enfermedades.
Tuvieron que realizar una alianza para suspender esta guerra y fue
Coyolicatzin "Copo de Algodón" en zapoteco "Pelaxilla" quien fue la
prenda prometida en matrimonio con Cosijoeza.En marzo de 1660 se
insurreccionó en contra de las autoridades españolas por los abusos de
los cuales eran objeto. El 20 de Octubre de 1850 se lanza el primer plan
de separación de Tehuantepec del Estado de Oaxaca, como resultado de la
demanda del reconocimiento de las garantías que como pueblo poseían. El
segundo plan de separación se suscitó el 10
Enero de 1853.
Algunas consideraciones
La zona sur del istmo oaxaqueño, debido a su situación geográfica
estratégica, se ha visto envuelta en distintas pugnas con sectores
económicos y políticos de la mayor trascendencia.
En esa región predominan los habitantes de origen zapoteca
autodenominados binnizá[1] o gente de las nubes. Forman una población
mayor a los 150 000 habitantes agrupados en más de diez municipios.
Existen además otros cuatro grupos étnicos que son: huaves, zoques,
chontales y mixes, que no juegan un papel tan preponderante en la región
como los primeros.
Los zapotecas conservan una memoria histórica envidiable,
significando para ellos algo de vital importancia el transmitirla a
futuras generaciones. En la evocación colectiva encuentran la
justificación de lo que son, y ejemplo de vida para seguir siendo. La
forma oral es uno de los medios de comunicar los sucesos acontecidos,
pero existe también la palabra fija, esa que encontramos en los libros y
que ellos muy bien han plasmado ante la necesidad de buscar nuevos
medios que hagan perdurar su pasado.
Algo que llamó nuestra atención fue el hecho de que, algunos
asentamientos que antiguamente hablaban el zapoteco o diidxazá[2] y
compartían la cultura y conciencia étnica zapoteca, en la actualidad no
lo hagan. Lo más extraño es que sean poblaciones bien comunicadas, con
un grado relativamente alto de escolaridad, parecida situación
socioeconómica, y en unos casos, divididas por muy poca distancia.
Los municipios a estudiar en este trabajo son tres: Juchitán de
Zaragoza, Santo Domingo Tehuantepec y San Blas Atempa., los dos primeros
con más de 50 000 habitantes y con la categoría de ciudad; y el tercero
con más de 15 000 habitantes y con la de villa[3].
En Juchitán y San Blas encontramos una población mayoritariamente
hablante del zapoteco y poseedora de la conciencia étnica e histórica
binnizá, cosa que no hallamos en Tehuantepec. Atribuimos esta situación a
los acontecimientos que durante el siglo XIX tuvieron lugar en la
región y en el país.
Durante esta intervención haremos mención de algunos sucesos que
consideramos como trascendentales para los cambios político-culturales
que se derivaron.
b) Inician las rebeliones
En 1834 una revuelta comienza en Juchitán, encabezada por José
Gregorio Meléndez, recordado entre los binnizá como Ché Gorio
Melendre[4]. Las causas del levantamiento fueron de índole
reivindicativo, en respuesta probablemente a la disposición del gobierno
del estado de centralizar las rentas de las salinas costeras . La lucha
no duró mucho.
Uno de los grupos de apoyo a la rebelión estuvo en el entonces
barrio de Tehuantepec, San Blas Atempa. Los demás sectores de aquella
ciudad, se mostraron indiferentes a la sublevación, debido en buena
medida a la importancia del lugar por ser cabecera departamental y cede
del obispado.
En 1847, en plena invasión norteamericana, los conservadores de la
ciudad de Oaxaca conocidos como los “polkos” se hicieron del poder en la
capital del estado[5]. Juchitecos y san blaseños, liderados nuevamente
por Meléndez, tomaron el control político y militar de la región del
istmo, quienes vieron en la huída de las autoridades estatales una
oportunidad para lograr la autonomía regional.
Una vez derrotados los “polkos”, el licenciado Benito Juárez García
entra a escena apropiándose del cargo de gobernador estatal; acto
seguido, destituye a Meléndez como gobernador del departamento de
Tehuantepec, y lo baja a Comandante de la Guardia Nacional en la región;
Juárez además le reconoce a dos extranjeros, que sin documentación
alguna se decían dueños, la propiedad de unas haciendas que
legítimamente le pertenecían a los zapotecas, quienes a raíz de estas
resoluciones estuvieron a la defensiva.
Ante la actitud hostil del gobierno, los juchitecos se situaron en
territorio de sus aliados de San Blas Atempa, provocando la huída del
representante de Juárez, a la ciudad de Oaxaca.
Los zapotecos se gobernaron así mismos por más de dos años, actuando
siempre con cautela debido a las constantes maniobras por someterlos,
departe de las autoridades estatales.
Una vez asegurado en el poder, el gobernador envía tropas para
impedir que los zapotecos siguieran beneficiándose de las Haciendas
Marquesanas, ya fuera sacando la sal para consumo y comercialización, o
alimentando a su ganado. Tras esto, un nuevo levantamiento armado da
comienzo.
El 19 de mayo de 1850 el pueblo de Juchitán es incendiado por tropas
estatales enviadas por el gobernador del estado de Oaxaca Benito
Juárez[6]. Pasado unos meses de la represión, se agregaba otra demanda
de los alzados: la separación del departamento de Tehuantepec, respecto
al estado de Oaxaca.
Muchos fueron los pueblos que se sumaron a la lucha, entre los que
volvió a destacar el barrio de San Blas Atempa. La diferencia sustancial
radicó en que, en esta ocasión, Tehuantepec, no sólo no se mantuvo
neutral, sino que empleó un destacamento de voluntarios para perseguir a
los rebeldes; de este modo los zapotecos pelearon entre sí.
La ciudad de Tehuantepec se halló dividida. Por una parte, el barrio
de San Blas Atempa, alejado apenas unos metros del Palacio municipal,
apoyaba a los juchitecos encabezados por Melendre; y por otra, las
autoridades municipales tehuantepecanas desaprobaban y combatían la
insurrección.
Muchas batallas se trabaron durante la sublevación, sin poder el
gobierno central suprimir a los rebeldes por medio de la represión, ante
lo cual, usó la diplomacia para calmar los ánimos. La amnistía se
presentó, los hombres volvieron a sus comunidades y a la cosecha, pero
la discordia entre pueblos hermanos se había implantado. Los san
blaseños empezaron a distanciarse de los demás tehuanos, y una rivalidad insalvable nació entre Tehuantepec y Juchitán, dos pueblos binnizá.
Al exigir la separación del istmo, del estado de Oaxaca, los
zapotecos eran movidos por un deseo de autonomía regional que
significaría también, la étnica. En aquel entonces la idea de nación
como hay la comprendemos, aún no se forjaba, y los indígenas velaban por
sus reivindicaciones antes que todo. Un testigo alemán anotó sobre el
líder rebelde lo siguiente.
“Traía enredado su sarape, exhalaba el humo de un cigarro de papel
por la nariz y veía con inefable desprecio nuestro arribo, sus
fundamentos tenían un sentimiento tan justo, que no vacilé en hacerle el
juego, mediante una caricatura improvisada de Santa Anna, que le hizo
reír con gran placer”[8]
Durante la rebelión de Ché Gorio Melendre, se manifestaron las
divisiones políticas en la región. Los tehuanos encajaban en un proceso
más a escala estatal que regional; los tecos[9] y blaseños en cambio se
movían en uno que reivindicaba los territorios ancestrales y las formas
autóctonas de regirse.
En 29 de mayo 1853, justo el día de la muerte de Melendre[10], el
general Antonio López de Santa Anna firma el decreto que concede
autonomía política al istmo de Tehuantepec y lo convierte en Territorio
Federal por carecer del número de habitantes para erigirse en
estado[11]. La región vivió cuatro años de autonomía política, durante
los cuales, las tensiones se agravaron más, ya que el único gobernador
que existió, el tehuantepecano Máximo Ramón Ortiz, ejerció el poder con
mano dura, lo que motivo que muchas comunidades se aglutinaran en torno a
Juchitán para luchar contra los atropellos cometidos. Entre los pueblos
rebeldes no dejó de contarse San Blas Atempa.
Fueron años de violencia fraticida, que llevó al final, a la toma de
Tehuantepec por soldados zapotecos, al mando del párroco juchiteco
Miguel López, conocido como padre pistolas[12] muerto poco después en
una refriega. Por más de un año, la ciudad estuvo en manos de los
alzados; viajeros de la época mencionan que los soldados improvisados de
Juchitán, causaban un aspecto desagradable debido a su atrevimiento de
usar como cuartel el ex-convento dominico y por no mostrar el más mínimo
respeto, para con las personas de alto nivel económico. Este conflicto
ahondó más la división, ya de por sí frágil.
En 1857 se proclama la nueva Constitución federalista que
reincorpora al estado de Oaxaca el territorio de Tehuantepec[13]. Poco
después en la esfera nacional da inicio la guerra de reforma, que mancha
de sangre gran parte del país. Los zapotecos del istmo se vieron
envueltos otra vez en una pugna, que en esta ocasión dividió a tecos y
tehuanos en liberales y conservadores. A su vez entró al terreno
regional un personaje llamado Porfirio Díaz, quien ocupó la gubernatura
del istmo de Tehuantepec, en manos todavía de soldados juchitecos y
blaseños.
La causa liberal estaba casi perdida, el ya presidente de la
república, Benito Juárez, se encontraba en Veracruz, y a Díaz, sólo le
correspondía conservar la región en manos liberales, contando para ello
con los habitantes de Juchitán y San Blas, bajo influencia de otro
sacerdote, Mauricio López. Ahora los guerrilleros eran los tehuanos que
apoyaban al bando conservador y que pronto se vieron derrotados. En esos
años pasó por Tehuantepec el investigador francés Charles Brasseur,
quien dejó el testimonio siguiente:
“En Tehuantepec mismo, el prior del convento de Santo Domingo, fray
Mauricio López, [...] es uno de los jefes más activos del partido
liberal; quien, durante la época de mi estancia era, con el gobernador
don Porfirio Díaz, el amo absoluto de la región y dirigía a los
valientes Juchitecos que, una vez más en posesión de Tehuantepec,
ocupaban todos los cargos de esta ciudad”[14]
El acontecimiento que mató toda tentativa de reconciliación entre
los binnizá fue la intervención francesa, de nueva cuenta, suceso de
trascendencia nacional.
Las autoridades tehuantepecanas (por no decir que gran parte de la
población) dieron la bienvenida al invasor en el año de 1865, y en esto
destacó Remigio Toledo, ex-combatiente en la guerra de reforma a favor
de los conservadores y ahora soldado del imperio de Maximiliano.
El 5 de septiembre de 1866[15], el ejercito francés y sus adeptos,
entre ellos Remigio Toledo, son derrotados en el pueblo de Juchitán por
soldados (hombres y mujeres) oriundos de la misma población, de San Blas
Atempa, Ixtaltepec, Ranchu Gubiña (Hoy Unión Hidalgo), pueblos
aledaños, y vecinos del estado de Chiapas, armados en su mayoría con
machetes, hondas y palos.
Los triunfos de Porfirio Díaz en la Carbonera y Miahuatlán fueron
posteriores a esta gesta, y en buena parte, consecuencia de ella, es
decir: fue después del 5 de septiembre cuando se logró recuperar la
capital del estado.
c) El san blaseño no es tehuano
La intervención marcó la ruptura definitiva con Tehuantepec, de
Juchitán y San Blas. Desde entonces a los oriundos de aquella ciudad se
les quedó el mote de “tehuanos traidores” y el barrio de San Blas Atempa
pidió ante el congreso del estado su erección en municipio libre,
petición concedida el 19 de octubre de 1868[16], dos años después de la
derrota de los invasores en el istmo.
De este modo, lo que había sido un barrio de Tehuantepec, quedó
erigido en municipio, fundamentalmente por haber vivido la guerra en
distinto frente.
Durante los años que siguieron, los blaseños, que dejaron de ser
tehuanos voluntariamente, encontraron en su pasado rebelde y valiente,
la base para un orgullo bien ganado, a pesar de su poca población, de
que la gran mayoría sólo hablaba zapoteco y de que los dividía de los
“tehuanos traidores” una calle, o una casa.
Hoy en día, muchos blaseños se molestan cuando se les llama tehuanos
y responden: “no somos tehuanos, somos san blaseños”. Y es que ya no
sólo los divide una calle, sino que ahora los diferencia una lengua, una
historia y una cultura. Al pasar de Tehuantepec a San Blas, no se
transita exclusivamente de uno a otro municipio, sino de una forma de
vida a otra, y todo esto como consecuencia de lo pretérito, es decir, de
la historia.
Los hombres y mujeres de San Blas, son considerados en el istmo
personas valientes e independientes al máximo. Se enorgullecen de ser
zapotecas y de hablar su lengua, la que conservan casi intacta a pesar
de que comparten el espacio geográfico con los tehuantepecanos; no se
ven obligados a dejarla ante la necesidad de asistir a la capital del
estado o de la república a concluir sus estudios, sino que adoptan la
nueva sin dejar se manejar la propia. Por tener una conciencia étnica
tan arraigada, es por lo que resisten a los llamados de cambio.
Gran parte de los niños de San Blas Atempa acuden a las escuelas que
se encuentran en Tehuantepec para lo que caminan una pocas cuadras.
Entre ellos se comunican en diidxazá, y es impresionante verlos
diferenciarse claramente de los tehuanos aduciendo que San Blas es
zapoteco, mientras que Tehuantepec dejó de serlo.
d) Juchitán: centro político e intelectual binnizá
En Juchitán los años transcurrieron con nuevas rebeliones, ya fuera
contra Porfirio Días o contra Benito Juárez Maza, hijo del benemérito;
lo que demostró que no solo peleaban por un caudillo o causa ajena a
ellos, sino que cada revuelta servía para ganar terreno.
Durante la revolución, miles de juchitecos se enrolaron en las
distintas facciones, ya fuera con Obregón, con Carranza o contra
cualquiera de ellos[17]; los motivos fueron otros que no corresponde
aclarar aquí. Menciono el hecho, porque en la posrevolución los
zapotecos de Juchitán que alcanzaron grados elevados en el ejercito,
tales como Enrique Liekens (miembro del estado mayor del general
Obregón), Genaro López Miro y Jeremías López Chiñas, apoyaron
económicamente a jóvenes que venían a la ciudad de México a
estudiar[18]. Estos, fueron pioneros, junto con el San Blaseño Arcadio
G. Molina[19], en la revaloración de su lengua y su cultura, ya no sólo
en el campo de batalla, sino en trincheras académicas y literarias,
surgiendo así, escritores como Andrés Henestrosa o Gabriel López Chiñas y
haciendo publicaciones bilingües en la mismísima capital de la
republica en pleno 1936. Esta transformación dio paso al nacimiento de
una intelectualidad zapoteca que sigue en pie, renovándose generación
tras generación y haciendo cada una su aportación para no olvidar nunca
lo que son: binnizá.
Entre los logros alcanzados, está el establecimiento en Juchitán, de
la primera casa de la cultura del estado de Oaxaca, proyecto apoyado
por la capa intelectual zapoteca entre los que destaca el pintor
juchiteco Francisco Toledo; también están las publicaciones de
innumerables libros en zapoteco, revistas bilingües, obras de teatro,
etc. En 1981 esta ciudad se convirtió en el primer municipio del país
gobernado por la izquierda[20].
Los políticos y estudiantes contemporáneos siguen reflejándose en el
pasado de su pueblo, sabiendo que pocas veces coincide o aparece
siquiera en la historiografía oficial, ya que como se dice: la historia
la hacen los vencedores.
Precisamente hoy libran una nueva batalla por no perder su lengua,
que ante el avance de la globalización, se ve un tanto debilitada.
Con los sucesos del siglo XIX, Juchitán y San Blas justifican hoy su
actitud orgullosa ante la lengua y la cultura. El conocimiento
histórico reafirma su conciencia étnica, porque fue esa misma historia
la que les demostró que se podían sortear todas las dificultades a base
de voluntad y perseverancia. Su pasado rebelde, revitaliza la dignidad
que poseen actualmente. Ese pasado les dice que no se tiene que dejar de
ser binnizá para conseguir lo deseado, que casi siempre es justicia.
Al verse envueltos en luchas internas, cada bando trató de parecerse
menos al contrario. Así, Tehuantepec dejó de lado la lengua zapoteca
que hablaban aquellos que no querían “progresar” y tomaron rápidamente
el castellano como lengua de la “gente de razón”. Juchitecos y blaseños
por el contrario revaloraron su idioma con el fin de diferenciarse del
“traidor” que no había sido valiente frente el extranjero y para
demostrar a su vez que con la cultura por delante se podía mejorar.
La postura política que en el siglo XIX cada comunidad asumió, tuvo
consecuencias visibles, es decir, la historia como factor en el
desarrollo cultural y la conciencia étnica fue determinante.
costumbres de san blas atempa oaxaca
Fiestas tradicionales
Despues de Misa
El Istmo de Tehuantepec al igual que muchas regiones del país,
comparten celebraciones que varían de un lugar a otro, igualmente la
Villa de San Blas Atempa, comparte costumbres y tradiciones con sus
hermanos Istmeños, algunos Idénticos como el día de muertos, otros
diferentes como la celebración de Semana Santa, aquí se detallan algunas
de las fiestas que se celebran en la comunidad.
Entre las fiestas que se celebran en la Villa de San Blas Atempa, destacan las siguientes:
3 de febrero víspera de San Blas.
Fiesta titular (cemortolenda) diferentes fechas San Blas
Jueves Espíritu Santo diferentes fechas San Blas Atempa
San Isidro Labrador 15 de mayo San Blas Atempa
Fiesta de los pescadores 20 de mayo San Blas Atempa
29 de junio San Pedro Shihui
29 de julio Santiago Apóstol
30 de agosto Santa Rosa de Lima
Estas fiestas se realizan año con año mediante el sistema de mayordomías
Además todos los días hay fiestas de carácter particular como:
bodas, quince años, presentaciones, comuniones, bautizos, bodas de oro y
plata, fiestas de 50 años, etc, por lo que si usted visita esta
comunidad, tendrá la oportunidad de convivir, conocer y disfrutar de lo
que el Istmo de Tehuantepec le ofrece.
El Istmo de Tehuantepec al igual que muchas regiones del país,
comparten celebraciones que varían de un lugar a otro, igualmente la
Villa de San Blas Atempa, comparte costumbres y tradiciones con sus
hermanos Istmeños, algunos Idénticos como el día de muertos, otros
diferentes como la celebración de Semana Santa, aquí se detallan algunas
de las fiestas que se celebran en la comunidad.
Naba’anaa (Semana Santa)
Semana Santa
La Semana Santa o "Nabaa’naa", es una celebración que a la par de la
religión católica, fue introducida por los frailes españoles, con los
cuales los habitantes de San Blas Atempa, entonces barrio de Santo
Domingo Tehuantepec tuvieron mucho contacto, ya que eran los indios de
dani guie bedxe quienes les proporcionaban ciertos alimentos.
Asi es como se manifiesta el sincretismo religioso, al tomar estas
celebraciones y darles toques distintos, que explicaremos a
continuación, la semana santa comienza con la celebración del Miércoles
de Ceniza a los que le sigue las "fiestas" de los Viernes de Cuaresma,
hasta culminar con una velada en el Panteón, muy similar a las que se
hacen en algunas partes de México pero en día de muertos, aquí se
denomina viernes de Dolores, el cual se realiza el ultimo viernes antes
de la Semana Mayor, los habitantes colocan flores naturales de vistosos
colores, entre los que destacan la flor de china que por cierto se
cosecha en este municipio, y la flor de coroso, hay vendimia de tamales
de mole negro, de iguana, de res, dulces típicos como el Curado,
Tortitas de Coco, Gaznates, Pastelillos diversos como: Mamones, Xquimani
(cuya traducción diría algo así como estiércol o ca... de caballo ),
estos dulces y comida tradicional se expende durante todas las
celebraciones de Semana Santa.
Durante la Semana Mayor, los habitantes de este municipio realizan
diversos actos en sus propias iglesias, pero en su gran mayoría se
trasladan a las iglesias de los barrios de LABORIO Y SAN SEBASTIAN
localizados en Santo Domingo Tehuantepec, en donde se realizan las
principales celebraciones de Semana Santa en la comunidad, por ejemplo,
en Laborío se realiza LA ADORACION DE LA CRUZ el jueves santo y EL
ENCUENTRO el viernes santo, mientras en la iglesia de San Sebastián es
adoptada por los habitantes de San Blas al ser ellos los que realizan la
adoración del SANTO ENTIERRO los días jueves y viernes santos.
Los habitantes de San Blas Atempa, al igual que los de Santo Domingo
Tehuantepec, acostumbran a visitar estos templos, llevando a sus hijos,
vestidos a la usanza de la imagen del santo denominado NUESTRO PADRE o
bien de angelitos, los cuales se colocan en los costados de las iglesias
para montar guardia, durante los días jueves y viernes.
Día de muertos
Altar de Todos Santos
Entre las múltiples formas de expresión cultural que manifiestan las
culturas que existen en el mundo hay una en particular que distingue a
México de los demás países. La singular forma de recordar a sus muertos,
la Villa de San Blas Atempa, conserva y mantiene viva esta tradición
que contiene destellos de un pasado prehispánico.
Mientras que para el resto del país los días principales son el 1 y 2
de noviembre, para los Zapotecos del Istmo, la tradición oral refiere
los siguientes días.
31 de octubre dedicado a los niños y jóvenes.
1 de noviembre dedicado a los adultos jóvenes.
2 de noviembre para las personas ancianas.
Para que se pueda celebrar este ritual, la persona debe haber
fallecido al menos 6 meses antes de esta celebración, de lo contrario,
se tendrá que esperar hasta el año siguiente para realizar el ritual,
esto debido a que se cree que los muertos no lo pueden recibir, al ser
muerto “fresco” o “reciente”. Es así que conforme a las fechas antes
descritas y a la edad del difunto, se procede a realizar lo que los
zapotecos denominan Xandú yaa o todo santos nuevo.
La celebración del todo santos nuevo comienza con un novenario,
durante los cuales se realizarán rezos en honor al difunto, el altar se
colocará, un día antes de la fecha indicada, por ejemplo, el altar de un
niño se coloca el día 30 de octubre en la noche, iniciando así la
velada, en la que el principal del barrio o Xhuana presidirá toda la
celebración, los hombres y algunas mujeres se encargan del arreglo del
altar, una vez terminado el arreglo del altar, sola y exclusivamente en
el caso de los niños se acostumbra a quemar cuetes de luces o bien
“carrilleras” como símbolo de que el altar es de un infante. Mientras
tanto las mujeres comienzan con los preparativos de el Atole de leche y
los tamales de mole negro con carne de pollo o cerdo, estos serán
obsequiados, al día siguiente 31 de octubre a las personas que asistan a
los 3 rezos que se realizaran en la mañana, al medio día y en la tarde,
así mismo para las personas que visiten el altar durante todo el día,
algunas personas acostumbran a realizar misas en honor a sus difuntos.
Esta celebración es igual para los adultos jóvenes y ancianos, solo que
ajustándose a los días antes descritos, como símbolo de que alguien esta
realizando el Xhadu se coloca en las entradas de las casas plantillas
de plátano.
El altar se construye de forma escalonada, se adornan con el
tradicional flor de muerto o "guie' bigua " y flores de "cresta de
gallo", se colocan sobre el altar, naranjas, manzanas, tejocotes o
manzanitas, cacahuates, nueces, limas, naranjas, mandarinas, chocolates
con decoraciones, paletas de cruces y gallitos, paletas de azúcar hechas
a mano llamadas palomitas, pan de queso, pan de marquesote, pan de
muerto, galletas decoradas llamados "changuitos", al lado del altas se
colocan en forma de arco, tallos de caña y en el suelo frente el altar,
racimos de cocos, se pica el papel de china para colocarlo al rededor de
la mesa, velas de cebo, veladoras, vasos con aceites iluminan la mesa, y
dos pares de velas grandes complementan el arreglo, la tierra zapoteca, o la tierra del totopo
La Villa de San Blas Atempa es una comunidad que se encuentra situada en el Istmo
de Tehuantepec, en el Estado de Oaxaca, sus habitantes son descendientes directos
de la raza Zapoteca del Istmo o como ellos mismos se autonombran Binnizáa.
El paso del tiempo no ha sido un factor de cambio para los habitantes de este municipio,
o por lo menos 'no' en el sentido que realmente importa, es decir que su ideología,
costumbres y tradiciones no han cambiado radicalmente como se manifiesta en otros
pueblos del istmo de tehuantepec, además, este pueblo goza de ser un pueblo de
rudo carácter, orgulloso y altivo.
Los hombres y mujeres de esta villa hablan el idioma zapoteco prácticamente en su
totalidad, lo que además perpetúa la continuidad de su identidad cultura
aqui las mujeres se dedican a la elaboracion del totopo y los hombres al campo (campesinos)
en los dias de fiesta la mujeres las mujeres lucen sus trajes regionales y sus cadenas de oro.
centenarios de oro, la lengua maternal el zapoteco.
algunos ejemplos:
como te llamas tu la lalu
cuantos años tienes panda iza napu
ven aqui da ari
donde vas paladu cheu
paladu lichu donde es tu casa
cuanto es pagala
puto muxhe
malditasea marayuguchia
tortilla gueta
vas a comer sau lu la
agua nisa
los hombres algunos se dedican al campo otros son profesionistaas,
elpueblo de san blas atempa ha crecido mas omenos de 900,000.000
habitantes
entre ellas sus rancherias
santa rosa de lima, puente madera, rancho llano, tierra blanca, monte grande donde la poblacion esta creciendo constamente.
las jovenes empiezan a casarse a los 12 años ya empiezan a formar
familia desde temprana edad segun sus usos y constumbres. de cada
rancheria.
las famosas motocarros de san blas atempa que transportabn la gente cuando van al mercado y tambien hay taxis.
san blan atempa oaxaca tierra de la inmortal zandunga. LEYENDAS DE SAN BLAS ATEMPA OAXACA la leyenda del muerto
cuenta la leyenda que por el panteon de san blas atempa, espantan
mucho que las personas que pasan cercan del panteon se les aparece la
calaca tilica y flaca. varias personas que van al panteon salen
despavoridas algunas seguran ver a la parca dentro del pantenon.
leyenda del bibui o marrano
cuanta la leyenda que un marrano sale de noche y te pega un tope.
leyenda del borracho
cuenta la leyenda que un borracho empistolado sale de noche borracho
y echando balazos por las calles la genete sale corriendo argumentando
que este personaje es mariguano sin oficio ni beneficio menos que tiene
juicio en asustar a la gente.
este borracho se la pasa balaceando en la noche por diversion.
leyenda del travesti
cuenta la leyenda de una chica de 15 años rubia delgada que vaga por
las noches en las calles de sanblas ateempa y cuando encuentra a los
chicos piensan que es una linda chica cuando se da cuenta es un travesti
vestido de mujer los muchachos salen corriendo. la gastronomia de san blas atempa entre ellas se destacan:
caldo de res, preparadado con verduras y carnes de res, mole negro (
mole yase) la iguana o caldo de iguana, el gueta bola bidola. y tambien
el caldo de paloma.
las mujeres por lo regular venden comida prepadadas como chorizo,
garnacha, gordita rellena de quesillo con carne, atole ( nisiaba)
guetabingui (tortilla de masa con camaron) guiña relleno ( chile relleno
de carne y chile ).
entre otras tipicas comidas como bela bibui ( carne de cerdo ) mole guitu ( mole de calabaza )
las tortillas hay en diferentes formas:
gueta shuba cubi ( tortilla de maiz nuevo)
gueta ( tortilla normal)
gueta nande ( totopo)
pan chiapa ( pan hecho de panela )
molote ( masa rellena de carne)
tlayuda ( tortillas rellenas de carne, quesillo, repollo, chile, y sorrapa
en carne de cerdo
chorizo
vela costia ( carne de costilla)
ique bibuii ( cabeza de cerdo)
chicharron ( chicharon)
el famoso lomito (lomo buini)
en refrescos:
el ginebra ( coco con mezcal) rebanadas de naranja
mezcal
cerveza caguama ( corona)
cerveza chica ( coronita)
licor presidente don pedro
horchata, agua de limon, jamaica, naranja, sandia etc. leyenda del marrano mutante.
la leyenda se cuenta en la villa de san blas atempa de la bruja que
se convierte en marrano mutante ( con el nombre de bibui bichaa), pues
se cuenta que en tiempos del año 1970 personas que caminanban aseguraban
ver a personas que aseguraban ver por las noches los famosos bibui
bichaa (personas convertidas en marranos) que al ver las personas los
asustaba corriendo las personas para que el animal no los mordiera.
para auyentarlos les pegaban piedras orinando en ellas y pegandoles al marrano, para que se fuera. las
festividades de la vela gay se caracteriza en la villa de san blas por
sus damiselas, travestis, mushe, muxe, gay, puto, transexual, por la
fiesta que se realiza cada año en donde hay concursos de todos los
travestis de san blas atempa oaxaca en los carnavales luciendo sus mas
trajes mas llamativos, entre ellos los mas famoso parecen mujer. los
travestis desde cada año se caractrizan portando sus trajes de tehuana,
sus trajes regionales, en las fiestas patronales.
muhos de ellos no rebasan la edad de los 20 a 30 años y los mas viejo mushe yosho (travesti viejo) de edad de los 45 a 60 años.
las fiestas donde se realizan van vestidos de trajes, hay bailes, concurso de las chica gay del año.
entre ellas las mas solicitadas y vistas la famosa:
la loba rios, santa sheyla, etc
la
la ciudad de juchitan de zaragoza oaxaca la vela muxhe, (en zapoteco)
travesti, gay, estan impulsando el turismo Previo al 39 aniversario de
la tradicional festividad Vela de las “Auténticas Intrépidas
Buscadoras del Peligro", los integrantes de la comunidad muxhe’ (voz
para designar a los homosexuales en lengua zapoteca) del Istmo de
Tehuantepec, participaron en una misa en la parroquia de San Vicente
Ferrer en honor a la Virgen de Asunción de María.
vela (baile nocturno pagana religiosa) que cumple 39 años se
realizarse, cuya finalidad es celebrar la diversidad sexual y la
libertad que tienen los indígenas muxhes zapotecas de manifestarse,
por lo que se espera la presencia de más de cinco mil personas de la
región, el estado, el país y el continente.
segun en juchitan el 90% son muxhe
el 15% hombres
el 5 % mujeres
la mayoria de los jovenes juchitecos viven en union libre con travestis.
juchitan se ha destacado la cede en primer lugar de mushe en todo mexico CUANDO SE ROBAN LA NOVIA EN SAN BLAS ATEMPA
la costumbre en san blas atempa oaxaca, cuando un gallo ( el novio )
se roba a la novia se la lleva a su novia una vez la novia estando enla
casa del novio, le avisa a los padres de la novia y a sus padres del
novio que la novia ya tienen robada en la casa, y los espera a tomar el
vino de los novios. de alli los novios platican cuando sera la boda si
se ra por lo civil y por la iglesia.
para el dia de la boda la costumbre de san blas atempa, para ver si
la novia salio virgen ( el tipico ) rompe himen si la novia salio virgen
le empieza a hechar viva a los padres de los novios y los padrinos.
si la novia no salio virgen ( le ponen un cantaro roto ) en la
puerta de la casa de la novia en señal que no es virgen ya que fue
desvirgada por sus exnovios.
entonces le preguta al novio si tiene ganas de casarse con la novio
si tienes ganas el novio se casa si no se le pagara a la novia. alguna
cantidad de dinero por daños y perjuicios
segun la edad de la novia:
si la muchacha tienen 13 a 18 años se le pagara $ 20,000 veinte mil pesos
si la muchacha tiene 20 a 25 años se le pagara $ 10,000 diez mil pesos
segun la cantidad que se fije los padres de la novia por no salir virgen la novia.
CUANDO SE VA A CASAR LA NOVIA
cuando llega el dia de la novia el novio envia la luz de la novia a
la casa de la novia y sus regalos para el dia de la boda y en la noche
el novio envia a los famosos guitarristas ( unos borrachines ) cantando
en la calle haciendo escandalo y diciendo vivas en favor de los novios.
EN LA BODA DE LA NOVIA
en el dia del casamiento de la iglesa y por lo civil la novia se vista con su famoso traje regional
en la boda llegan dos conjuntos musicales que acompaña a la alegria y los invitados.
se invitan a los famosos shuanas, shelashuanas, mayordomos,
presentes y pasados, amigos, familiares, compadres y al publico en
general donde los acompañan a los novios.
en la boda se realizan el famoso cantario, al romper el cantaron en el pie de los novios.
la gallina ciega
el famoso vals de los novios, donde un torno con palomas y confetis
giran alredor de los novios donde bailan el vals de los novios.
ya de alli los invitados bailan, toman su cerveza bien fria
acompañada de sus votanas en compañia de los padrinos de la boda. GASTRONOMIA TIPICA DE SAN BLAS ATEMPA OAXACA la elobracion original de totopo de san blas atempa oaxaca se elabora con maiz cocido en el comal con leña
una vez cocido elmaiz se lleva al molino de nixtamal o lo muelen el maiz a mano a la antiguita tradicionalmente
para que las tortillas o totopos se hagan doraditas con ese crujiente sabor blaseño.
los totopos hay de diferentes tipos:
totopo natural de maiz
totopo de mantequilla
totopo de pepita de calabaza
totopo de maiz nuevo
el famoso tortilla de mezcal gueta suquinaguchi
hechas a mano calientitas
el pan que se elabora en san blas
el marquesote
pan chiapa pan panela
pan torta
el chocolate elaborado a mano ( estilo blaseño ) es hecho mano. echulady bola ( chocolate bola)
la mayoria de las mujeres blaseñas se dedican al totopo a la
tortilla hechas a mano y vendiendose en los mercados de san blas atempa.
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